http://www.eldiario.com.co/seccion/DENUNCIE/peatones-ahogados-por-las-ventas100908.html
Controlar el espacio público en Pereira se ha convertido en muchas ocasiones en una batalla campal entre funcionarios de la administración municipal y los vendedores ambulantes de la zona céntrica de la ciudad porque la orden es clara: "hacer mover de donde se encuentren a los vendedores que actualmente no tienen un permiso para ofrecer sus productos".
Y cuando los operativos no se tiñen de agresividad sí se ve una gran mancha de personas corriendo a lado y lado de las vías para evitar que la poca mercancía que lograron comprar sea decomisada por un mes completo o por 24 horas cuando se trata de alimentos perecederos, perdiendo el sustento del día para ellos y sus familias.
Sin embargo en el sector donde se enfoca este análisis no se ha llegado a un extremo como el que se ha vivido en la zona céntrica de la capital del departamento, porque los controles que se han realizado hasta el momento no ha requerido la utilización de la fuerza pública, pero el problema es complicado porque la movilidad se vuelve una prueba de fuego.
El diagnóstico
Si usted necesitara pasar o es transeúnte frecuente de la calle 19 para llegar hasta la plaza principal de la ciudad, se dará cuenta que el tiempo para hacerlo se le puede multiplicar en varios minutos, porque el flujo peatonal es bastante alto, más la cantidad de negocios en los alrededores de los andenes entre semiestacionarios o ambulantes, sumado al vehicular que caracteriza esta zona vuelve el paso en una prueba de obstáculos con un alto grado de dificultad.
Actualmente estas cinco cuadras a las que se hace referencia tienen un total de 79 negocios semiestacionarios autorizados, de los cuales 19 se ubican entre la carrera 10 a la 11; 15 entre la 7a. y la 8a.; 19 puestos entre la 8a. y la 9a.; y 26 puestos de la 11 hasta la 13.
Sin embargo muchas personas que buscan su sustento diario se ubican en este sector y no lo hacen solamente al margen derecho del andén, también al lado izquierdo del mismo, lo que perjudica el flujo normal de personas, para tener un ejemplo más claro de lo que se expone es la calle 19 entre carreras 11 y 12.
“Actualmente están autorizados 19 vendedores de fruta, carritos de dulce, entre otros y en este momento se tienen identificadas a 7 personas más que venden sus productos sin ningún permiso”, afirmó Héctor Darío Gallego, director operativo de la Oficina de Espacio Público.
Cuando se reubicaron
En este momento muchos pensarán que estas personas que llegaron a esta zona lo hicieron de forma abrupta, sin ningún tipo de control, pero no fue así, la mayoría de estas estaban como vendedores sobre la carrera 8a, el talón de Aquiles del espacio público en la ciudad.
Estando en este sector los vendedores recibieron una oferta de la administración municipal encabezada por Martha Elena Bedoya, para ser reubicados desde la carrera 7a hasta la 12 por toda la calle 19.
Allí a cada uno se le adjudicó un espacio y un número, con los cuales en este momento se les lleva un control más riguroso para evitar que más personas se ubiquen sin ningún tipo de permiso, sin embargo en la mayoría de los casos muchos vendedores no autorizados se ubican allí quebrantando la ley y exponiéndose a que la mercancía les sea retenida.
No más vendedores
Aunque para muchos la solución es permitir que los demás vendedores se ubiquen en otros espacios de las vías antes mencionadas, la tarea no es fácil, porque un decreto expedido en el año 2001 cierra completamente la posibilidad de generar más permisos.
A lo anterior se le suma que de acceder a ubicar a los demás vendedores sin permiso legal, se viviría una experiencia más difícil de la que se tiene en el día para pasar por este traumático lugar.
“Lo que muchas personas no entienden es que la norma se debe cumplir y nosotros como funcionarios estamos en la obligación de hacerla respetar, lo ideal es abrirle espacio a otros pero el Decreto 266 del 2001 prohíbe expedir autorizaciones y permisos a otras personas”, explicó Gallego.
Qué piensan
Para la mayoría de vendedores de este sector estar trabajando bajo la norma es muy importante, porque no tienen que vivir con la zozobra del decomiso de la mercancía y les permite acreditar sus negocios ante sus clientes.
“Si me pondrían a decidir yo escogería estar bajo la ley, organizado como lo estoy actualmente, porque le permite a uno trabajar más cómodamente sin problemas, porque gracias a que pagamos impuestos como los demás nos da esa posibilidad”, afirmó Augusto Ramírez, un vendedor.
Otros con una visión más solidaria están de acuerdo en que el espacio debe ser compartido con otros compañeros que necesitan "rebuscársela" para poder sobrevivir.
“A nosotros no nos perjudica en nada el hecho de que otros compañeros vendan sus productos aquí, es más cada uno de nosotros tenemos nuestra clientela, entonces no hay nada de qué preocuparnos”, aseguró Julián Castro, vendedor.
Los controles
No cabe duda que los controles que actualmente ejerce la Oficina de Espacio Público de la Alcaldía son constantes en todos los sectores de la ciudad, porque tanto en la mañana o en la tarde se hacen inspecciones del personal que se encuentra allí de forma fraudulenta, para hacerlo mover y en un caso extremo decomisarle la mercancía.
Al parecer la salida más clara a este problema o por lo menos una estrategia de control para evitar exceso de vendedores en espacio público se encuentra precisamente en los decomisos, aunque para muchos es una medida muy fuerte.
“Se debe ser consciente que es el bien común, es el orden público, y por ahora seguiremos haciendo los controles que sean necesarios para evitar las ventas de vendedores no autorizados y de esta forma garantizar la movilidad de los peatones por estos sectores que presentan un alto grado de comercio”, comentó Gallego.
Estadísticas
Para la Oficina de Espacio Público de la Alcaldía de Pereira el nivel de retenciones ha disminuido frente al año anterior, donde fue bastante alta la aplicación de esta medida.
“El año anterior nuestro personal logró realizar cerca de 60 retenciones de mercancía a vendedores que se hacían en este sector sin ninguna autorización, mientras que en lo que va corrido del año sólo se han presentado cerca de 30 retenciones”, afirmó el funcionario.
Sin embargo el problema de los vendedores que no son estacionarios que son ambulantes va disminuyendo, porque si se miran las estadísticas en estos dos años sólo cuatro negocios han sido movidos de allí.
“El año pasado se lograron retirar dos negocios que no estaban autorizados y este año llevamos la misma cifra”, agregó Gallego.
Controlar el espacio público en Pereira se ha convertido en muchas ocasiones en una batalla campal entre funcionarios de la administración municipal y los vendedores ambulantes de la zona céntrica de la ciudad porque la orden es clara: "hacer mover de donde se encuentren a los vendedores que actualmente no tienen un permiso para ofrecer sus productos".
Y cuando los operativos no se tiñen de agresividad sí se ve una gran mancha de personas corriendo a lado y lado de las vías para evitar que la poca mercancía que lograron comprar sea decomisada por un mes completo o por 24 horas cuando se trata de alimentos perecederos, perdiendo el sustento del día para ellos y sus familias.
Sin embargo en el sector donde se enfoca este análisis no se ha llegado a un extremo como el que se ha vivido en la zona céntrica de la capital del departamento, porque los controles que se han realizado hasta el momento no ha requerido la utilización de la fuerza pública, pero el problema es complicado porque la movilidad se vuelve una prueba de fuego.
El diagnóstico
Si usted necesitara pasar o es transeúnte frecuente de la calle 19 para llegar hasta la plaza principal de la ciudad, se dará cuenta que el tiempo para hacerlo se le puede multiplicar en varios minutos, porque el flujo peatonal es bastante alto, más la cantidad de negocios en los alrededores de los andenes entre semiestacionarios o ambulantes, sumado al vehicular que caracteriza esta zona vuelve el paso en una prueba de obstáculos con un alto grado de dificultad.
Actualmente estas cinco cuadras a las que se hace referencia tienen un total de 79 negocios semiestacionarios autorizados, de los cuales 19 se ubican entre la carrera 10 a la 11; 15 entre la 7a. y la 8a.; 19 puestos entre la 8a. y la 9a.; y 26 puestos de la 11 hasta la 13.
Sin embargo muchas personas que buscan su sustento diario se ubican en este sector y no lo hacen solamente al margen derecho del andén, también al lado izquierdo del mismo, lo que perjudica el flujo normal de personas, para tener un ejemplo más claro de lo que se expone es la calle 19 entre carreras 11 y 12.
“Actualmente están autorizados 19 vendedores de fruta, carritos de dulce, entre otros y en este momento se tienen identificadas a 7 personas más que venden sus productos sin ningún permiso”, afirmó Héctor Darío Gallego, director operativo de la Oficina de Espacio Público.
Cuando se reubicaron
En este momento muchos pensarán que estas personas que llegaron a esta zona lo hicieron de forma abrupta, sin ningún tipo de control, pero no fue así, la mayoría de estas estaban como vendedores sobre la carrera 8a, el talón de Aquiles del espacio público en la ciudad.
Estando en este sector los vendedores recibieron una oferta de la administración municipal encabezada por Martha Elena Bedoya, para ser reubicados desde la carrera 7a hasta la 12 por toda la calle 19.
Allí a cada uno se le adjudicó un espacio y un número, con los cuales en este momento se les lleva un control más riguroso para evitar que más personas se ubiquen sin ningún tipo de permiso, sin embargo en la mayoría de los casos muchos vendedores no autorizados se ubican allí quebrantando la ley y exponiéndose a que la mercancía les sea retenida.
No más vendedores
Aunque para muchos la solución es permitir que los demás vendedores se ubiquen en otros espacios de las vías antes mencionadas, la tarea no es fácil, porque un decreto expedido en el año 2001 cierra completamente la posibilidad de generar más permisos.
A lo anterior se le suma que de acceder a ubicar a los demás vendedores sin permiso legal, se viviría una experiencia más difícil de la que se tiene en el día para pasar por este traumático lugar.
“Lo que muchas personas no entienden es que la norma se debe cumplir y nosotros como funcionarios estamos en la obligación de hacerla respetar, lo ideal es abrirle espacio a otros pero el Decreto 266 del 2001 prohíbe expedir autorizaciones y permisos a otras personas”, explicó Gallego.
Qué piensan
Para la mayoría de vendedores de este sector estar trabajando bajo la norma es muy importante, porque no tienen que vivir con la zozobra del decomiso de la mercancía y les permite acreditar sus negocios ante sus clientes.
“Si me pondrían a decidir yo escogería estar bajo la ley, organizado como lo estoy actualmente, porque le permite a uno trabajar más cómodamente sin problemas, porque gracias a que pagamos impuestos como los demás nos da esa posibilidad”, afirmó Augusto Ramírez, un vendedor.
Otros con una visión más solidaria están de acuerdo en que el espacio debe ser compartido con otros compañeros que necesitan "rebuscársela" para poder sobrevivir.
“A nosotros no nos perjudica en nada el hecho de que otros compañeros vendan sus productos aquí, es más cada uno de nosotros tenemos nuestra clientela, entonces no hay nada de qué preocuparnos”, aseguró Julián Castro, vendedor.
Los controles
No cabe duda que los controles que actualmente ejerce la Oficina de Espacio Público de la Alcaldía son constantes en todos los sectores de la ciudad, porque tanto en la mañana o en la tarde se hacen inspecciones del personal que se encuentra allí de forma fraudulenta, para hacerlo mover y en un caso extremo decomisarle la mercancía.
Al parecer la salida más clara a este problema o por lo menos una estrategia de control para evitar exceso de vendedores en espacio público se encuentra precisamente en los decomisos, aunque para muchos es una medida muy fuerte.
“Se debe ser consciente que es el bien común, es el orden público, y por ahora seguiremos haciendo los controles que sean necesarios para evitar las ventas de vendedores no autorizados y de esta forma garantizar la movilidad de los peatones por estos sectores que presentan un alto grado de comercio”, comentó Gallego.
Estadísticas
Para la Oficina de Espacio Público de la Alcaldía de Pereira el nivel de retenciones ha disminuido frente al año anterior, donde fue bastante alta la aplicación de esta medida.
“El año anterior nuestro personal logró realizar cerca de 60 retenciones de mercancía a vendedores que se hacían en este sector sin ninguna autorización, mientras que en lo que va corrido del año sólo se han presentado cerca de 30 retenciones”, afirmó el funcionario.
Sin embargo el problema de los vendedores que no son estacionarios que son ambulantes va disminuyendo, porque si se miran las estadísticas en estos dos años sólo cuatro negocios han sido movidos de allí.
“El año pasado se lograron retirar dos negocios que no estaban autorizados y este año llevamos la misma cifra”, agregó Gallego.
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