Por Mg. Orlando Parra G (*)
El próximo mes de Agosto se cumplirá el primer año del proceso de cooperación entre la actual administración del municipio, y la Universidad Católica Popular de Risaralda para orientar el Plan Integral de Manejo de las Ventas Informales: Con todos y con todo. Si bien el proceso ha tenido las lentitudes, desafortunadamente, propias de las administraciones que se reflejaron en una espera de tres meses para que se firmará la segunda fase, a lo que se suma el que las diversas actividades de la ciudad tienen un congelamiento entre diciembre y enero, que nos deja con menos meses reales de actividad, vale la pena comenzar a hacer un balance público.
El próximo mes de Agosto se cumplirá el primer año del proceso de cooperación entre la actual administración del municipio, y la Universidad Católica Popular de Risaralda para orientar el Plan Integral de Manejo de las Ventas Informales: Con todos y con todo. Si bien el proceso ha tenido las lentitudes, desafortunadamente, propias de las administraciones que se reflejaron en una espera de tres meses para que se firmará la segunda fase, a lo que se suma el que las diversas actividades de la ciudad tienen un congelamiento entre diciembre y enero, que nos deja con menos meses reales de actividad, vale la pena comenzar a hacer un balance público.
Las ventas informales, en sus tres formas básicas, estacionarias, semi estacionarias y ambulantes, han existido desde los templos bíblicos con Jesús de Nazaret como protagonista. Y siguen existiendo en la actualidad en absolutamente todo el planeta, sin excepción alguna, pues se rigen por el concepto de “venta de oportunidad” que se expande por los mercados callejeros del mundo: en todas partes las y los ciudadanos compran en las calles, casi que impulsiva y compulsivamente. Los constituyentes de 1991, en medio del complejo juego de conciliación de intereses que fue la asamblea, establecieron una serie de valiosos derechos, colisionando algunos entre ellos. El del derecho al trabajo y el del uso del espacio público fueron dos. Sobre este tema, la Corte Constitucional por 12 años parecía favorecer la existencia de Dinamarca en Cundinamarca…olvidando que aún en Dinamarca existen vendedores callejeros. Finalmente, en el 2003, el decomiso bajo el gobierno Mockus de unas hamburguesas a un vendedor informal nocturno en Bogotá, desencadenó una serie de procesos jurídicos que nos llevaron a la sentencia constitucional 772 de ese año, la cual profundizó en el tema y llegó a una postura que es la que nos rige.
Ese fallo establece que antes de cualquier acción coercitiva de armonización del espacio público, se deben ejecutar tres acciones:
*primero la realización y continuidad de una serie de estudios que permitan conocer la realidad socio económica donde se desenvuelven las ventas informales; a partir de esos estudios, una
*Segunda acción que es la concertación de soluciones donde participen activamente representantes de los vendedores informales; dicha concertación nos lleva a la
*tercera acción, la elaboración de un plan de alternativas –lo que en Pereira se da en llamar Pacto Cívico-.
En el momento en que dichas alternativas comiencen a plasmarse en la práctica,
*(IV) los procesos de liberación o armonización restrictiva del espacio público, son enteramente viables por cualquier administración.
La ciudad ha recorrido de manera discontinua algunas de esas fases. En la época del antiguo EDUP (1982) se realizaron estudios que permitieron conocer algo de la situación; pero, especialmente, lo que se han realizado son diversos procesos de reubicación de los vendedores: Parque de la libertad-San Andresito en los 80s, La 17 en los 90s, Bazares Populares al comenzar el nuevo siglo, y La 13 en la pasada administración: la mayoría de ellos incumplieron su meta, y de hecho buena parte de los locales terminaron o cerrados o vendidos a comerciantes mayoristas y con los pequeños informales, antiguos y nuevos, otra vez en los andenes y calles de la ciudad generalmente protegidos por redes polítiquero-clientelistas en detrimento del espacio público. Lo nuevo es aceptar que la ciudad va desarrollando nuevos centros urbanos como el de la ciudadela Cuba que se deben atender como tales y el de recuperar el talante cívico, el recordar que las grandes gestas Pereiranas se han hecho, prácticamente sin distingos sociales trabajando TODOS de manera unida por un fin ciudadano. El proceso de respeto, de diálogo y de concertación que nos llevó al Pacto Cívico el reciente 20 de abril, firmado por representantes tanto de los gremios empresariales, del estado y de los mismos vendedores informales, es la clave novedosa de éste proceso.
* Gerente Plan Integral de Manejo de las Ventas Informales en Pereira, Con Todos y con todo. Asistente Rectoria UCPR, contodosycontodo@gmail.com
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