martes, 30 de julio de 2013

Alternativas: Capítulo 4. CULTURA CIUDADANA, AUTOREGULACION Y CONTROL

Capítulo 4. CULTURA CIUDADANA, AUTOREGULACION Y CONTROL



El trabajo de la mesa de cultura ciudadana, autorregulación y control se dividió, con el fin de obtener mejores resultados, en tres (3) sub mesas que deliberaron con la presencia de representantes de la sociedad civil entre ciudadanos comprometidos con los procesos de ciudad y comerciantes en calle, la Cámara de Comercio, organizaciones cívicas, el gobierno municipal y la Personería de Pereira.

Las sub mesas que se crearon atendieron los distintos temas propuestos, así: regulación, autorregulación y cultura ciudadana.

Al inicio de los trabajos la mesa consideró conveniente crear una comisión especial para el análisis del Registro Único de Vendedores Informales de Pereira – RUVIP -, en la seguridad de que el examen del mismo contribuiría sin duda a dar claridad acerca de la legitimidad que pueda reconocerse a quienes desde el comercio en calle ocupan el espacio público en el centro histórico de Pereira y el sub centro de Cuba.

Las conclusiones de la Comisión Especial Para El Estudio Del RUVIP integrada por la Personería Municipal, la Cámara de Comercio y la Secretaría de Gobierno, aparecen en acta de la cual es depositaria la Personería Municipal. En general se encontró que el RUVIP levantado por la Universidad Católica de Pereira, entregado en medio digital a la Secretaría de Planeación Municipal el 12 de febrero de 2010, ha sido modificado con posterioridad, incluyendo nuevos registros. A éste respecto, la Personería Municipal encuentra atendible la recomendación de la Comisión en el sentido de revisar los documentos entregados por la Secretaría de Planeación a la de Gobierno como consecuencia de la expedición del Decreto Municipal 627 del 6 de agosto de 2012, para determinar con exactitud si los registros adicionales corresponden a las solicitudes de inclusión formuladas a la primera por los vendedores, dejando constancia de que en todo caso, no hay evidencia de que la Mesa de Acompañamiento del Pacto Cívico, MAPACI, haya estudiado la incorporación de personas en el RUVIP como se entiende era necesario de conformidad con lo previsto en el Decreto Municipal 401 de 2010.

A continuación se presentan de manera esquemática y en apretada síntesis, los planteamientos hechos en las reuniones y las principales conclusiones de cada una de las sub mesas, no sin antes resaltar el liderazgo y compromiso de todos quienes participaron en sus deliberaciones, especialmente los representantes de la Sub Secretaría de Cultura Ciudadana, la Cámara de Comercio, la Empresa de Aseo de Pereira S.A., la Veeduría Ciudadana de la Circunvalar, Pereira Cómo Vamos, Sindivendedores, Asocarvin, el Colectivo de Comidas y Bebidas, Corpovendedores, la Secretaría de Gobierno y la Personería Delegada para lo Civil, Medio Ambiente y Urbanismo de la Personería Municipal de Pereira.

El resumen se presenta a partir de la concepción de que el tema de la ocupación o uso del espacio público es un tema de CULTURA CIUDADANA, la cual construye procesos de AUTOREGULACION que cuando se incumplen, requieren la puesta en marcha de mecanismos de CONTROL.

1- Sub Mesa De Cultura Ciudadana

“EL ESPACIO PUBLICO NO SE NEGOCIA”
Como objetivo principal  la  sub mesa plantea  algunas  propuestas en  materia de convivencia - cultura ciudadana y legalidad, orientadas al mejoramiento del espacio público y los usos que sobre él se desarrollan.
Primero se resignifica el  concepto ¿Qué es cultura ciudadana? partiendo de la definición del equipo liderado por Antanas Mockus según la cual “Como cultura ciudadana se entienden los programas, acciones o proyectos que involucran la participación de todos los ciudadanos, independientemente de su rol social. Los proyectos de cultura ciudadana han sido creados con el fin de inventar o adaptar mecanismos que permitan la transformación de los comportamientos de la ciudadanía. La cultura ciudadana se centra en dos objetivos fundamentales: en primer lugar, aumentar la capacidad de los ciudadanos de cumplir y cooperar de manera voluntaria y, en segundo lugar, aumentar la regulación social por medio de la armonización de desarrollos formales (jurídicos) con sus correlatos informales (regulación cultural y moral), para lograr así comportamientos, actitudes y justificaciones de la gente que sean congruentes con las políticas públicas.”. [2]
La participación de todos los ciudadanos y los vendedores que hoy ocupan el espacio público en la solución de un problema que es problema de CIUDAD, más que útil, es necesaria.
Frecuentemente, la falta de colaboración de unos pocos o de un sector representativo del grupo de vendedores puede llegar a imposibilitar la consecución de dicho objetivo.
Los problemas sociales donde se requiere compromiso de la mayoría para alcanzar un objetivo común son conocidos como problemas de acción colectiva que desde nuestra perspectiva pueden mitigarse  con estrategias de CULTURA CIUDADANA.
El concepto de acción colectiva es usado hoy día por científicos sociales como Jon Elster para mostrar las complejidades de la cooperación humana en la consecución de objetivos de beneficio colectivo. Hay un problema de acción colectiva cuando hay un bien de interés general cuya consecución requiere la cooperación de las personas, pero cada persona tiene un incentivo particular para no colaborar y esperar que los demás lo hagan. El reto es lograr entonces que la mayoría de involucrados coopere, ya que estamos ante un problema de acción colectiva en el municipio de Pereira.
Que las políticas y los marcos nacionales que enfatizan la justicia social y la inclusión son esenciales en el tema de “Espacio Público”,  complementados por el gobierno municipal, la ciudadanía, los vendedores formales e informales  con estrategias y actividades que apunten a la  reducción de la ocupación  desordenada y en muchos casos irregular del espacio público.
El reto de la administración municipal es  reducir la ocupación indebida o ilegal  del espacio público  de forma sustentable sin lesionar los derechos de los y las ciudadanas del municipio; esto requiere articular firmemente la cultura ciudadana y la cultura de  la legalidad, con el mejoramiento y reforzamiento de las  condiciones de vida de los y las vendedoras informales, formales, estacionarios y ambulantes que ocupan el espacio público.
El objetivo de este documento  es poder plasmar  una CAJA DE HERRAMIENTAS  PEDAGÓGICAS  para ser socializadas y apropiadas por la administración  y los vendedores  formales e informales  frente el tema del espacio público en Pereira con estrategias sostenibles en el tiempo como:
-       Campañas ciudadana para prevenir la comercialización (ventas, arrendamientos, cesiones) de espacios públicos.
-       Campañas ciudadanas dirigidas a la utilización del comparendo ambiental (disposición de residuos) en el espacio público por parte de vendedores informales.
-       Campañas ciudadanas dirigidas a los vendedores informales en aras de que den cumplimiento a las condiciones autorizadas para su actividad (ejercicio del comercio y salubridad).
-       Campañas dirigidas al comercio formal para que se prevenga la ocupación de espacios públicos (andenes, antejardines, entre otros).
-       Campañas dirigidas al comercio formal e informal respecto a la prohibición en el uso de elementos amplificadores de sonido y niveles excesivos de ruido.
-       Campañas dirigidas a la conformación responsable de organizaciones de vendedores informales (junta directiva, asambleas, estatutos), en aras de lograr una correcta representación de los vendedores informales.
-       Fomentar las acciones de autorregulación y control que sean generadas en las Subcomisiones de Control y Autorregulación.
-       Campañas ciudadanas en materia de mejoramiento de la movilidad peatonal y vehicular y la prevención en la ocupación indebida de espacios.
-       Campañas en materia de legalidad respecto a la definición de conceptos y reglas claras en el espacio público (conceptos, usos, entre otros).
-       Campañas ciudadanas para el mejoramiento de la apropiación social y cultural de los ciudadanos y los vendedores.
-       Promoción del espacio público como elemento o derecho fundamental de la ciudad.
-       Campañas en materia de programas de seguridad y convivencia entre los vendedores informales.
-       Gestionar ante el Ministerio de Cultura asistencia técnica y recursos para programas de cultura ciudadana y cultura de la legalidad, para desarrollar intervenciones permanentes en el espacio público.
-       Campaña de medios “EL ESPACIO PUBLICO NO SE NEGOCIA”, como un acto pedagógico de reconocimiento al espacio público y como un punto de encuentro de derechos. Allí, debe ser claro el mensaje comunicativo de territorio LEGAL y no de parcelación arbitraria e informal. Recuperar y revivir el significado del espacio público, no como espacio comercial, sino como espacio de movilidad y seguridad peatonal. Resignificación alrededor del ornato, el embellecimiento, la funcionalidad y ordenamiento de la ciudad.
-       Total apoyo comunicacional y publicitario a los programas de reubicación de los vendedores informales. Un acuerdo crucial  es el acompañamiento de la institucionalidad a los nuevos destinos comerciales que legal y formalmente sobrevendrían al “PACTO CIVICO”. Una gran motivación y movilización pedagógica a la ciudadanía sobre los nuevos puntos de venta de las otrora ventas informales, ayudará  a la recomposición, reposicionamiento y normalización “LEGALIZACION” de esta  actividad económica.
-       Podría crearse la MESA PERMANENTE de acompañamiento en cultura ciudadana para garantizar el cumplimiento de los puntos acordados en el PACTO CIVICO y /o podríamos proponer la creación del OBSERVATORIO DEL ESPACIO PUBLICO  como una iniciativa de sostenibilidad de este proceso y con apoyo de la academia

 

1.     Sub Mesa De Autorregulación


De la sub- mesa de autorregulación hicieron parte ciudadanos interesados en el tema, la Veeduría de la Circunvalar, la Cámara de Comercio de Pereira, Pereira Cómo Vamos y representantes de las organizaciones de ventas en calle.
Los esfuerzos de la sub mesa de autorregulación se orientaron a lograr una mejor comprensión de la problemática relacionada con la importancia de la norma como factor de convivencia y las diversas formas del comportamiento individual frente a las regulaciones y a los bienes públicos, ambos conceptos pilares de la regulación y la autorregulación.
Según se reveló en la sub mesa, estudios de cultura ciudadana en Pereira muestran que si bien el 95% de lo pereiranos están dispuestos a suscribir acuerdos, solo un 50% los cumpliría efectivamente; además, más del 50% de los pereiranos encuentran justificaciones de orden económico, social y/o cultural para transgredir las normas.
Las cifras expuestas fueron refrendadas en las reuniones de la sub mesa por parte de los actores presentes que relataron la forma como de manera permanente se incumplen los compromisos acordados tanto por parte de los comerciantes en calle como por la administración y otros importantes actores, incluyendo el comercio formal,  lo que ha generado un clima de desconfianza y escepticismo frente a si instrumentos como el “Pacto Cívico” sean la respuesta adecuada para la coyuntura actual.
La sub mesa concluye que la eficacia del “Pacto Cívico” para regular el comercio en calle está supeditada necesariamente a una transformación cultural en cuanto se refiere a la valoración, respeto y cumplimiento de las normas.
Partiendo de la base de que la eficacia de las normas en cuanto a hacer posible la convivencia en los territorios depende, por una parte, de su legalidad, referida a su fundamento jurídico, y de la otra, de la legitimidad, que nace del hecho de que la misma comprometa a toda la comunidad en su cumplimiento porque es aceptada como la forma de lograr que el bien común prevalezca sobre los intereses individuales, particulares o privados, es necesario trabajar en crear coincidencias entre pretensiones y aspiraciones individuales y el bien común en el entendido de que optar por el bien común impone deberes, obligaciones y sacrificios que los ciudadanos están dispuestos a aceptar solo bajo la circunstancia de que no existan ventajas para algunos y se eliminen las transgresiones.
Cuando no se tiene una respuesta oportuna que sancione o descalifique la transgresión ese comportamiento que finalmente sigue la línea del menor esfuerzo, se difunde y generaliza rápidamente a todos los actores.
Bajo las premisas anteriores, la mesa identificó, en principio, tres grupos de comportamientos transgresores que es necesario combatir,  a saber:


Comportamientos Transgresores

GRUPO I
GRUPO II
GRUPO III
Desde el Espacio Público
Desde las Finanzas Públicas
Desde la Función Pública
Utilización Indebida
Ocupación Indebida
Actividades Indebidas
Utilización Indebida
Asignación Arbitraria
Carencia de Criterios Unificados
Arbitrariedad en Medidas y Procedimientos

Estas y otras formas de transgresión se combinan y potencializan constituyéndose en un obstáculo casi insalvable para abordar la problemática del comercio en calle;  el desconocimiento o la ruptura de lo pactado por uno o varios de los actores es suficiente para que todos los esfuerzos se desvirtúen y los procesos retornen al punto de partida.
Dicho esto, se entiende que las formas de transgresión descritas deben ser reconocidas como variables a tener en cuenta en cualquier examen de la problemática actual, dándoles el peso que puedan tener en cuanto al avance del proceso de continuación y consolidación del “Pacto Cívico”  siendo en este punto precisamente donde el tema de la autorregulación cobra toda su importancia;  sin embargo ha de aceptarse que la autorregulación no se logra mediante decretos o actos formales sino que  requiere disposición de ánimo, confianza entre los actores y  la implementación de estrategias formativas para lograr cambios efectivos en las actitudes y comportamientos.
La estrategia formativa es de carácter pedagógico y se logra con aportes de la academia desde todas las disciplinas del conocimiento que le apuntan a los cambios de comportamientos individuales y colectivos.
Frente a la intervención que se requiere para dejar atrás este tipo de comportamientos arraigados moral y culturalmente, considera la sub mesa que las campañas de información y sensibilización que hasta ahora se han desarrollado no tienen la profundidad ni el alcance necesarios que permitan la transición de comportamientos transgresores a comportamientos autorregulados.
Considera la mesa además que darle al tema de la autorregulación toda la importancia que amerita no deja por fuera consideraciones como las que a continuación se hacen y que deben ser tenidas en cuenta al formular políticas  y programas de recuperación del espacio público ocupado por el comercio en calle:
-       El que un porcentaje considerable de la fuerza productiva de la ciudad esté dedicada a actividades de autoempleo, subsistencia, rebusque e informalidad debería inducir en la dirigencia política, empresarial y gubernamental de la ciudad una juiciosa reflexión acerca de sus presupuestos conceptuales y estratégicos desde los cuales lideran el desarrollo económico y social de la ciudad.

-       Por parte de cada ciudadano pereirano hay reflexiones que hacer y decisiones que tomar en cuanto a si la sociedad que estamos construyendo basa su convivencia en la vigilancia, el control y la sanción o si le apostamos a la autorregulación como el comportamiento que individual y colectivamente abre una vía más eficaz y responsable para lograr mejores niveles de convivencia, de orden, de seguridad y de progreso.

-       Se hace necesario por parte de los ciudadanos asumir que el comercio en calle es una dinámica que responde a la demanda de compradores en calle; si aceptamos que la demanda induce la oferta podemos ser más coherentes entre la ciudad que queremos y la ciudad que tenemos, pues no es posible aspirar a contar con una ciudad ordenada cuando nuestros propios comportamientos como ciudadanos no respetan el espacio público y sus normas de ordenamiento.

RECOMENDACIONES:
Hechas las anteriores consideraciones los integrantes de la sub mesa de autorregulación recomiendan construir consensos que comprometan a todos los actores alrededor de las siguientes premisas:
-       Entender  y asumir que la autorregulación es un “proceso de acatamiento voluntario de la normatividad vigente”.
-       Aceptar que las actividades que comprometen el uso y aprovechamiento del espacio público deben estar sujetas a procesos de regulación y control.
-       Entender  y asumir las normas tanto de origen moral como cultural y legal.
-       Reconocer como válida la normatividad vigente, especialmente en los siguientes aspectos:
o   Sobre las limitaciones para la ocupación  del espacio público.
o   Sobre la legalidad del origen y producción de los bienes y servicios que se ofrecen.
o   Sobre la localización y características de los dispositivos que se usan para el ejercicio comercial.
o   Sobre higiene, salubridad y sanidad de los productos que se expenden.
-       Reconocer, respetar y ejecutar los acuerdos suscritos dentro del  Pacto Cívico de 21 de abril de 2009.
-       Exaltar tanto desde las organizaciones del comercio formal como del informal, los comportamientos altruistas, promover la cooperación y desestimular los comportamientos transgresores.
-       Asumir, desde la Administración Municipal, a través de los agentes que la representan, compromisos de respeto por la normatividad vigente y los pactos suscritos, actuando con transparencia, coherencia y con sujeción a los protocolos y procedimientos preestablecidos.

3 Sub Mesa De Control


Se discutió ampliamente sobre la necesidad de que en general los ciudadanos, pero de manera especial las personas que ejercen el comercio en calle, conozcan en detalle la reglamentación sobre su ejercicio y los distintos instrumentos de carácter legal de que dispone la administración para su control y la consecuente recuperación del espacio público ocupado. En éste orden de ideas, se procedió al análisis de las normas de policía vigentes que permiten el accionar de la administración, a partir de documento presentado por la Secretaría de Gobierno.

Las RECOMENDACIONES de la sub mesa se resumen así:

Expedición de un protocolo que contenga los procedimientos de recuperación y/o restitución del espacio público ocupado por el comercio en calle, que tenga por objeto:

-       Garantizar la debida publicidad de la regulación normativa.
-       Establecer reglas claras para el ejercicio de las funciones de control.
-       Garantizar la protección del principio constitucional del debido proceso en las actuaciones relacionadas con el comercio en calle.
-       Prevenir la ocurrencia de hechos perturbadores del orden público.
-       Lograr la eficiencia y eficacia en el control.
-       Dar cumplimiento a las pautas trazadas por la jurisprudencia de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, en materia de recuperación del espacio público y tratamiento a las ventas informales.

El protocolo “Por medio del cual se reglamenta el procedimiento policivo de recuperación y/o restitución del espacio público en el Municipio de Pereira” debe recopilar las disposiciones pertinentes del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, el Código Nacional de Policía, las de la Ordenanza 014 de 2006 (Manual de Policía y Convivencia Ciudadana para el Departamento de Risaralda) y los Decretos Municipales que regulan la actividad, incluyendo, con relación a estos últimos, las modificaciones a que haya lugar como resultado de los procesos de concertación y contener como mínimo:

-       Autoridades competentes.
-       Identificación y legalidad de los elementos constitutivos de la contravención.
-       Actuación administrativa y formas de iniciarla.
-       Términos de las etapas del procedimiento para la recuperación del espacio público y ejercicio del derecho de defensa.
-       Pruebas y forma de practicarlas.
-       Incautación de elementos y disposición de los mismos. Cadena de custodia de los elementos incautados. Casos en que procede la devolución. Procedimiento para la devolución  de elementos incautados.
-       Procedimiento en caso de mercancías de prohibida tenencia o comercialización. Destino de las mismas.
-       Ocupación autorizada del espacio público y ejercicio de la actividad por terceras personas en caso de imposibilidad del titular del permiso para atender la actividad por razones de fuerza mayor.
-       Medidas sancionatorias. Recursos.
-       Actuaciones de los controladores de espacio público. Competencias y facultades.
-       Otras propuestas para la reglamentación (tratamiento a vendedores de otras ciudades, temporadas, ferias, implementación del registro de sanciones y/o diligencias, por ejemplo).

Un documento borrador del protocolo fue revisado cuidadosamente por la sub mesa de control, empero, se encuentra a estudio de la Secretaría de Gobierno junto con las observaciones hechas por parte de representantes de las organizaciones de vendedores informales, entre ellas Asocarvin, Asociación Colectivo de Comidas y Bebidas y Sindivendedores, así como de la Personería Municipal de Pereira, a través de su delegado, y se propone que una vez perfeccionado sea puesto en conocimiento de la ciudadanía colocándolo a su disposición a través del sitio web de la alcaldía para recibir comentarios y realizar ajustes antes de someterlo a los procedimientos necesarios para convertirlo en norma municipal.

PUNTUALIZACION


La Personería Municipal insistió en distintas reuniones de la mesa y las sub mesas sobre la necesidad de que la administración retome los acuerdos logrados con los comerciantes en calle y que dieron lugar al “Pacto Cívico” suscrito en Pereira el 21 de abril de 2009; de igual manera planteó la necesidad de que las acciones de recuperación del espacio público se ciñan estrictamente a las recomendaciones que han sido formuladas por la Corte Constitucional, especialmente en la sentencia de unificación 360 del 19 de mayo de 1999; de otro lado consideró que debe establecerse la carga soportable de ocupación del espacio público por particulares en cada unidad de planificación por lo que el POT debería ocuparse del tema, señalando además la meta anual de recuperación durante su vigencia, lo que implica asignar responsabilidades medibles a la administración municipal.

La propuesta presentada por la Personería incluye además la recomendación de que el proceso de recuperación del espacio público ocupado por el comercio en calle no se haga por cuadras como hasta ahora se ha planteado, sino retirando a los vendedores sin importar su ubicación actual, iniciando, por ejemplo, con quienes no están amparados por el principio de confianza legítima, siguiendo con los que  ya recibieron ayudas del estado y han reincidido en la ocupación y continuando con quienes desean dejar la actividad o incorporarse al comercio formal. Después de la depuración pueden hacerse las reubicaciones que sean necesarias.



[1] Este resumen general fue elaborado a partir de los sectoriales entregados por los gestores de las sub mesas, Leonor Mary Marmolejo, Luz Estella Loaiza, Sebastián Madrid y Janeth Hincapié Noreña, compilado y estructurado por Néstor Javier Arango Arias con el acompañamiento de Orlando Parra G.

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