Tomada del eldiario.com.co / EDITORIAL
EDITORIAL el 23 de noviembre de 2009 El viernes pasado se le dio vida institucional a la “Corporación Con Todos”, Corpocontodos, una entidad integrada por la administración municipal, Fenalco, la Universidad Católica y los comerciantes informales, que tiene como propósito fundamental darle una respuesta planificada y coherente al manejo del espacio público en el centro y en el barrio Cuba.
Queda pendiente para su formalización legal que el Concejo Municipal autorice al Alcalde a participar jurídicamente en la nueva corporación e inicie su trabajo de acercamiento y concertación con los distintos actores del espacio público.
El manejo del espacio público es uno de los asuntos más complejos que tienen las administraciones municipales y quizás de los que más dolores de cabeza les causa. Los graves problemas sociales, el alto desempleo, el desplazamiento, la crisis económica y la funesta interferencia política han generado un inusitado crecimiento de las ventas informales, agravado por la falta de autoridad y decisiones consecuentes de los gobernantes de turno.
Por eso, todo lo que se haga para tratar de darle solución al problema de la invasión del espacio publico, del crecimiento desordenado de las ventas informales, de la proliferación de toda clase de negocios en las aceras y parques sin el debido control de salubridad y seguridad requeridos, y de la comercialización de productos y servicios, como el de los minutos, que son muy lucrativos y bien pueden hacerse formalmente; debe ser por lo menos mirado con simpatía e interés por todos los ciudadanos y darle el respaldo inicial que necesite.
Nos quedan eso si, muchos interrogantes frente a la efectividad de esa figura y su capacidad para convertirse en una real solución al adecuado manejo del espacio público en la ciudad. La propia expresión del presidente del Sindicato de Vendedores Ambulantes del Centro “es la misma perra con distinta guasca”, es muy diciente sobre el futuro y los resultados del trabajo que emprenda la nueva corporación.
Además, siempre queda la eterna duda sobre la verdadera decisión de la administración municipal de ponerle orden y controlar el uso y la ocupación del espacio público, y el crecimiento desmesurado e inconveniente de las ventas y los servicios informales, especialmente en una época preelectoral y con un gobierno que ya ha dado muestras de no ser capaz de poner los intereses de la ciudad por encima de sus pequeños intereses políticos.
Ojalá estas no sean más que inquietudes que precisamente pueden quedar despejadas con la puesta en operación de la recién creada corporación, y que ella sea un real apoyo a la administración en la atención adecuada del espacio público en el centro y en el sector de Cuba.