viernes, 5 de diciembre de 2008

GENERALIDADES - INTRODUCCION -


-Imagen de Equipo de Diseño UCPR-Convenio-

El fenómeno de las ventas callejeras ha acompañado los asentamientos humanos desde que aparecieron las ciudades en la antigüedad. La Biblia los menciona, también la historia de Oriente y de Occidente. Los describe Marco Polo en su libro de viajes y los realza la literatura árabe contándonos la vida a través de los mercados y los míticos bazares llenos de fascinantes laberintos con olor a especias.
La colonización europea en América, al transformar la organización económica indígena, genera necesidades urbanas que deben satisfacerse a través de vendedores ambulantes que transportan en burros y carretas productos de primera necesidad: agua, carbón, leche, huevos, queso, pan y otras viandas se ofrecían de puerta en puerta y se organizaban los domingos toldos al aire libre para exponer mercaderías. Cuando la población creció y con ella las ciudades la manufactura se diversificó y los vendedores se volvieron estacionarios en los sitios concurridos, buscando incrementar sus ventas.
La modernización de las ciudades generó la disparidad entre los mercados formales y los informales; las grandes economías de los mayoristas y las pequeñas economías domésticas, disparidad que en las ciudades latinoamericanas se ha acentuado por factores de pobreza y franca desigualdad. El fenómeno se ha afianzado porque la precariedad y la falta de oportunidades propician la ilegalidad, el contrabando, el monopolio, la inequidad y la desigualdad.
Casi todas las administraciones municipales de los últimos años han dedicado parte de sus esfuerzos y recursos a mitigar y controlar los impactos de la ocupación indebida del espacio público por esta población informal. La reproducción del fenómeno es consecuencia lógica de la inexistencia de políticas económicas y sociales que propendan por la redistribución de la riqueza y por la generación de oportunidades para poblaciones vulnerables, como también de la existencia de una demanda callejera de artículos efímeros, novedosos y baratos que le ahorran al comprador tiempos y costos.
En el municipio de Pereira, comercial por vocación, la venta callejera hizo su aparición en las carreras octava y novena y calles aledañas a la antigua plaza de mercado, perpetuándose y expandiéndose, acompañando el crecimiento de la ciudad. En Cuba se dio un proceso paralelo a partir de todo el intercambio urbano rural de víveres provenientes de los centros poblados del sur occidente. Ahora invade las calles del subcentro y podría extenderse sobre el intercambiador de transporte masivo que se inaugurará a final de año por parte de la empresa Megabús. La calle le ha dado la bienvenida a la población desplazada que llega a Pereira huyendo de la violencia en sus regiones y le ha ofrecido la oportunidad de realizar los sueños de volver a tener un arraigo social y cultural, las ventas informales son una opción bastante recurrida por esta población.
La Alcaldía de Pereira, asume el reto constitucional, político, económico y social de abordar la problemática del vendedor informal desde una perspectiva de CONCERTACIÓN con los actores, de convocar la corresponsabilidad ciudadana en la búsqueda y puesta en marcha de alternativas para construir una vida digna, de destinación de presupuesto suficiente, de cumplimiento de la norma, de garantizar la sostenibilidad de los programas concertados y de implementar una política de prevención de la reproducción de la problemática.
La Universidad Católica
, Popular del Risaralda, interpretando la política definida por el Alcalde Israel Londoño frente a la problemática generada por la ocupación indebida del espacio público por ventas informales, diseñó el proyecto “Plan integral de manejo de ventas informales en el municipio de Pereira” que se presenta a continuación.

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